El 23 de mayo celebramos el 602 aniversario del fallecimiento de Benedicto XIII. Para tal fin tuvo lugar una conferencia que trató sobre su muerte y los rituales funerarios a seguir tras la muerte de un pontífice desde el siglo XI hasta la actualidad. Ester Forner, directora del castillo y Doctora en arte, explicó que por su condición de antipapa Pedro de Luna no fue enterrado sino expuesto en un túmulo en la capilla del monumento templario y a partir de 1430 en Illueca donde fue trasladado. En el año 2000 el robo de su cráneo momificado dio la vuelta al mundo lo que colocó a este gran personaje en el punto de mira de los medios de comunicación y de la comunidad científica. En la actualidad Pedro de Luna, a pesar de su excomunión, es un personaje admirado y sobradamente reconocido. El estudio en los Archivos Secretos Vaticanos de su sede pontificia en Peñíscola muestra que queda aún mucho por desvelar de su gran historia.
Agradecimientos a la Regiduría de Cultura de Peñíscola por su labor de difusión y apoyo a nuestro pontífice.